Ruina

No soy una cosa, sino un estado de todas las cosas construidas. Soy el destino inevitable de todo lo que alteran las manos humanas, la caída de todo lo que se levanta. La emoción de los hombres por el futuro, ese impulso optimista de crear cosas que permanezcan, que cambien el mundo, que fijen la huella de una sola especie animal sobre la tierra, me produce tristeza y algo de lástima. Aunque aparezco siempre ante sus ojos de las maneras más sutiles hasta las más catastróficas, los humanos parecen no verme, o si me ven, me olvidan rápido. Tantas ciudades han caído y dejado pedazos míos sobre el suelo, tantas veces aparezco en forma de edificios destruidos, de naufragios que quedan sepultados en el fondo del mar... Desde hace siglos estoy presente en todas las historias humanas, las de Oriente, las de Occidente, las del Norte y las del Sur. Recientemente, me he multiplicado con la llegada explosiva del plástico a todas las culturas: las cosas son ahora más efímeras, de formas cambiantes, estructuras débiles y frágiles materiales. []